Si tengo que resumir la idea que "Suzie Allard" intenta transmitir en el artículo , seleccionaría la siguiente frase:
….we discussed how World 2.0 has changed the very nature of organizations, and Web 2.0 is the technological infrastructure that can help support this flattening..”
Cierto que la revolución de la información llegó de la mano de Internet y los que trabajamos con información hemos visto como nos hemos ido adaptando a las nuevas tecnologías. Las bibliotecas y los centros de información son un claro ejemplo de este proceso de adaptación.
En un contexto en el que la información crece y cambia más rápidamente que nunca, Suzie Allard en este artículo hace una reflexión sobre los retos y oportunidades de la Web 2.0, a la vez que invita a los directores de bibliotecas a que tengan en cuenta las herramientas propias de la Web 2.0 a la hora de realizar los planes estratégicos de la gestión de sus centros.
La biblioteca debe adoptar los recursos que oferta la Web 2.0, de manera que las distintas herramientas: blog, wikis, sindicación (RSS, Atom, etc.) hagan un servicio interactivo, en el que la colaboración, la participación, la interacción con el usuario sea un eje fundamental de la esencia de la biblioteca 2.0.
En el proceso de interacción, en numerosas ocasiones el usuario necesita ayuda, necesita ser “educado” en la utilización de nuevas herramientas, bases de datos, etc., en definitiva para navegar por un lugar desconocido, acceder a la información y recuperación, etc. Por eso, me parece interesante la reflexión que hace Suzie Allard cuando sugiere a los gerentes y directores de bibliotecas la creación de programas de “alfabetización informacional” (ALFIN) con el objetivo principal de mejorar las competencias en el manejo de la información para los usuarios.
La alfabetización informacional consiste en la adquisición de un conjunto de competencias entre las que se encuentran la habilidades de búsqueda, la selección, la evaluación, la reelaboración, el uso ético y la comunicación de dicha información. Estas competencias son fundamentales para garantizar el aprendizaje permanente en el contexto de la Sociedad del Conocimiento
Esta alfabetización informacional, claro está, deberá ser de un perfil determinado teniendo en cuenta el público al que va dirigido.
Así, en muchas bibliotecas asociadas a centros universitarios se ha considerado de tal importancia que se está estudiando la inclusión en los nuevos planes de estudio del sistema universitario. A la hora de elaborar estos programas formativos, se deberá tener presente la distinta tipología de usuarios de bibliotecas universitarias: alumnos, investigadores, etc.
En el caso de bibliotecas de otro corte, como pueden ser las públicas, de la misma manera será preciso hacer un estudio de los distintos tipos de usuarios para enfocar cada programa formativo con una tipología de usuarios (población infantil, juvenil, etc.)
Acerca de esta cuestión de la formación de los usuarios en la Web 2.0, me parece muy interesante la reflexión que se hace en el artículo sobre la importancia de formarles para que sean capaces de distinguir en qué medida un contenido de la web es o no fiable.
ResponderEliminarLa frase concreta del artículo a la que me refiero es: 'For example some content
may be presented as news when in fact it is an individual’s opinion'.
Justo a otras cuestiones, esta debería ser especialmente incluida en los planes de formación, especialmente en los dirigidos a los usuarios más jóvenes. A menudo, tienden a citar los contenidos de la web como si todos ellos procediesen de fuentes contrastadas y de autores expertos. Y esto no ocurre sólo ene studiantes de instituto o de primero de carrera: conozco incluso el caso de alguna tesis doctoral en la que se citó una definición tomada de la Wikipedia en vez de usar, por ejemplo, la enciclopedia Espasa o la Británica.
La web 2.0 ofrece unas posibilidades espléndidas, pero su uso eficaz requiere de una formación previa, y como se señala en el artículo y como ha subrayado María José, es muy importante que esos planes de formación se diversifiquen en función de las distintas necesidades de los usuarios: un jubilado que se acerca por primera vez a Internet como hobby no tendrá las mismas necesidades de alfabetización informacional que un adolescente para el cual las redes sociales son algo tan familiar como para mí escribir con un lápiz.